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domingo, 12 de octubre de 2014

LA RELIGIOSIDAD EN AMERICA - EL SEÑOR DE LOS MILAGROS

RELIGIOSIDAD EN AMÉRICA LATINA

Las miserias populares crearon la religión popular. Una vez asentada, la religión popular 
terminaría convirtiéndose en una de las instituciones históricas de Latinoamérica.
(Lynch, 2001: 293)

Para el historiador John Lynch (2001) en América Latina, tras la conquista española en el nuevo continente, se habría construido una religiosidad popular donde predominan rasgos de la Iglesia Católica como institución evangelizadora:


La religión popular hispanoamericana debía sus orígenes y carácter a una herencia doble: una de España y otra de América. Los conquistadores estaban familiarizados con una religión de votos, altares y milagros centrados en comunidades locales, y las devociones católicas de esta clase se trasplantaban fácilmente a América. Allí encontraron la herencia cultural de las sociedades indias y las huellas de las religiones antiguas. En la fusión subsiguiente, cada lado se esforzó por imponer o preservar la máxima cantidad posible de su propia cultura. El resultado fue una cierta continuidad de la religión inda y la supervivencia de modos ancestrales dentro de una nueva estructura cristiana (Ibíd, 2001:35).

Así, vemos que para el historiador, la religiosidad popular latinoamericana, responde al “trasplante” del cristianismo por parte de los conquistadores y evangelizadores en la América india, provocándose una fusión en donde cada cultura antagónica lucha por preservar sus tradiciones culturales. No obstante, el producto de esta fusión o religiosidad popular, mantendría una continuidad del sistema de creencias indígenas y algunos elementos ancestrales prehispánicos dentro de una estructura cristiana impuesta por la empresa conquistadora y colonizadora de América entre los siglos XVI y XVII.



Además, los aspectos materiales y espirituales de la cultura americana estaban inextricablemente mezclados, y el factor religioso intervenía en todos los momentos de la existencia: las necesidades materiales más básicas sólo podían satisfacerse con el favor 24de las fuerzas sobrenaturales. De ahí la importancia de los líderes religiosos, que se suponía que estaban en contacto con ese otro mundo (Ibíd: 294).

El autor hace hincapié en la cosmovisión indígena ancestral que integra los aspectos tanto materiales como espirituales de su entramado cultural. Para la cosmovisión indígena, hablando en términos genéricos, la religiosidad empapaba cada hábito cultural. 

Lo espiritual no era posible separarlo de la vida material de su cultura, así como también cada necesidad material, relacionada a sus modos de vida y a su contacto con la naturaleza, sólo podía satisfacerse a partir del “favor de las fuerzas sobrenaturales”, y justamente esa relación entre cultura material espiritual y las fuerzas sobrenaturales, es lo que entendemos por religiosidad independientemente de la cultura que lo haga posible.

También había posibles acercamientos entre aspectos del catolicismo y las religiones prehispánicas de América que facilitaron la transición al cristianismo. Así, las figuras menores de los dioses quiché se asimilaron a los santos cristianos, lo que ayuda a explicar la popularidad de que disfrutaron los cultos a los santos durante la época colonial y el papel que representaron en la religión popular (Ibíd: 298).

Según el autor, en el tipo de religiosidad de la América prehispánica, existía una especie de similitud en algunos aspectos relativos a los dioses, a aquellos seres que pertenecían a un mundo extraterrenal, en donde existían fuerzas sobrenaturales que escapaban de la voluntad humana. De este modo, habría habido una similitud que permitió la asimilación de éstas deidades ancestrales a los santos cristianos, lo cual a su vez, explicaría la popularidad entre indígenas y mestizos de los cultos a los santos durante la colonia. Estos cultos a los santos cristianos, tuvieron un rol fundamental en el mantenimiento de la 
religiosidad popular desde sus albores.

Como señala el autor, la religión popular en México, en América Central y en América andina, surge del régimen colonial, impuesto desde el viejo mundo católico ortodoxo. Un tipo de religiosidad construida según la localidad y las prácticas que se acomodaban al catecismo en asuntos de doctrina, expresándose fundamentalmente por medio de ritos marianos (práctica ritual en honor a la Virgen) y de devoción a santos. Los albores de estas prácticas se desarrollaron principalmente en la época de la Colonia, en donde la mezcla entre ambas culturas y religiosidades se encontraba asimilada al cristianismo(Ibíd).

El autor en su recorrido por la historia de América, en su tránsito de la Colonia, la Independencia hasta la Nación, nos relata cómo en el plano religioso se fueron 25 produciendo este tipo de religiosidades sincréticas y/o populares, dentro de una estructura católica. El autor señala que en muchos cultos de religiosidad popular, sobresalían exuberantes prácticas con un carácter más festivo, asociado a la fiesta popular, en donde se tomaba y bailaba sin límites, siendo éstos actos inmorales para la religión católica ortodoxa.

Latinoamérica era prolífica en altares y cultos marianos, así como en fiestas locales. Algunas de las más exuberantes celebraciones de fiestas populares y de santos locales, en las que la bebida, los bailes, las peleas y las revueltas excitaron a algunos y escandalizaron a otros, fueron refrenadas (o no refrenadas en muchos casos) por sacerdotes y obispos. Había una delgada barrera entre lo popular y lo profano que los mantenía separados en un sentido y unidos en otro (Ibíd: 306).

Como se señala, dichas festividades populares, en donde resaltaba lo festivo en su dimensión profana, fueron duramente refrenadas y reprimidas por parte de las autoridades clericales. Para los obispos y las autoridades de la Iglesia Católica, “todas las fiestas que los indios celebran son ocasión de las más repugnantes orgías de alcoholismo y crápula” (Ibíd: 368).

Por otro lado, según plantea el historiador, las manifestaciones de religiosidad popular respondían frecuentemente a una persecución religiosa, convirtiéndose en un modo de protesta por parte de la gente, defendiendo sus creencias religiosas. De este modo, la festividad se convertía en una herramienta de rebeldía y lucha en contra de la imposición de la Iglesia Católica, así como también un modo de expresar protestas de carácter político (Ibíd: 307).

Sin embargo, en un contexto histórico de construcción de la Nación, la religiosidad popular podía ser una señal no sólo de protesta, sino también de unión entre el Estado y la Nación, en donde la festividad religiosa fortalecía el sentido de pertenencia nacional. Un ejemplo de ello es la Virgen de Copacabana en Bolivia, quien representaría un símbolo de la independencia y la consecuente construcción de la Nación. En Chile, la tradicional Virgen del Carmen fue convertida en la patrona de las fuerzas armadas y coronada como reina de Chile en el año 1926, lo que nos deja entrever un fuerte nacionalismo por parte del Estado chileno en ese contexto histórico (Ibíd: 308).

Las grandes procesiones religiosas, Nuestra Señora de Chapí en Arequipa, el Señor de la Soledad en Huaraz, Nuestra Señora de Copacabana en Bolivia, Nuestra Señora de Luján en Argentina, Nuestro Señor de Monserrade en Bogotá, el Cristo Milagroso de Buga, el 26 Santo Cristo de Esquipulas en Guatemala, Nuestra Señora de Guadalupe en México, testifican la base popular de la Iglesia y la fuerza de la religiosidad popular (Ibíd: 298).

Dichas festividades de la religiosidad popular, nos hablan de una fuerte identidad religiosa que se forja desde la estructura católica, pero que sin embargo, se diferencian notablemente de la Iglesia Católica Ortodoxa que muchas veces reprimió y refrenó prácticas populares de religiosidad. Dichas manifestaciones, nos hablan de una sólida base popular en relación a la religión y veneración de divinidades que encuentran su base en el catolicismo, pero que su identidad está dada por la construcción que el pueblo hace de su religiosidad, como una manera de apaliar los problemas de su realidad social, sintiendo esta conexión con la divinidad a través de la festividad popular.

En Lima, la devoción al Señor de los Milagros (festividad que se analizará en la presente tesis en su versión reterritorializada), cuyas tres procesiones durante el mes de octubre están atestadas de devotos vestidos de púrpura penitencial, empezó en el período colonial como una imagen y una procesión de esclavos negros y extendió gradualmente su atracción a prácticamente toda la sociedad. Se trata de una fiesta popular en todos sus aspectos, pues atrajo desde sus inicios a un ferviente pueblo que lo adoraba por su “milagro”. Fue el “milagro” de su estado intacto tras el terremoto en plena época colonial lo que dio origen a su celebración popular. El pueblo fue quien construyó esta tradición, a partir de una coyuntura concreta. Asimismo, Lynch se pregunta si es que hubo efectivamente una subcultura religiosa independiente de la Iglesia institucional en tanto expresión de los sectores marginales de la sociedad, que existió a su lado y quizás (no lo sabemos con certeza) en oposición a la religión ortodoxa de los curas y obispos. Estas expresiones de religiosidad popular como el “Señor de los Milagros” en Lima, serían según el autor, una de aquellas manifestaciones populares independientes de la Iglesia institucional, pues su existencia se basa en la fe popular del pueblo limeño. Por aquello, es que, en Lima la procesión del Sagrado Corazón era más representativa del catolicismo conservador, mientras que la procesión del Señor de los Milagros, atraía más al pueblo. (Ibíd: 309)

Asimismo según el planteamiento del autor, la religión popular trascendía toda clase social, así deviniese en un contexto urbano o rural. No obstante, en Latinoamérica, la Iglesia Católica existía dentro de la estructura social predominante, donde los pobres y aquellos más vulnerados en la sociedad se encontraban más propensos que los ricos a contraer enfermedades y al hambre, así como también, como consecuencia quizás de 27 ello, a invocar a sus santos especiales rogándoles salud y mejores condiciones de vida. 

La mayoría de las fiestas eran organizadas por grupos campesinos, mineros o artesanos particulares quienes buscaban a través de los cultos rituales, la protección de la virgen o de algún santo predilecto. Así, podemos decir, desde esta perspectiva relativa a lo que entendemos por religiosidad popular, que las creencias y prácticas del catolicismo popular representaban aquellos intentos del pueblo por concretar lo abstracto y de redefinir lo sobrenatural, en relación a los problemas que los aquejaban como comunidad popular 
(Ibíd:311).

domingo, 21 de septiembre de 2014

AREQUIPA DE ANTAÑO

IMAGENES DE AREQUIPA DE AYER
 





 

martes, 29 de abril de 2014

LA VIRGEN DE CHAPI - AREQUIPA

LA VIRGEN DE CHAPI - AREQUIPA

Los arequipeños somos profundamente religiosos por tradición, tanto así que un tiempo se le dio en llamar “la Roma de América”. Precisamente entre sus tradiciones religiosas está su profunda devoción a la Virgen de Chapi.

Actualmente el Santuario de la Virgen de Chapi se viene remodelando, pues había la intención de hacer una Gran Basílica en vez del pequeño templo que la acogía, ya que son miles y miles los devotos que acuden a visitarla cada año, especialmente el 1ro de mayo, que se ha sido espontánea y multitudinariamente dedicado a esta peregrinación. El santuario está ubicado a unos 90 Kilómetros de la ciudad de Arequipa en el desértico lugar denominado Chapi que se encuentra en él limite entre los departamentos de Arequipa y Moquegua en el distrito de Polobaya que pertenece al departamento de Arequipa.
Cuenta la historia que la virgen fue hallada en un cerro aledaño a la ciudad de Churajon o Charajon, lugar donde se iniciaría su culto como devoción a la Virgen de la Purificación conocida también como la Virgen de la Candelaria.

A principios del Siglo XVII, año 1600 se produce un gran terremoto en la zona y también la erupción del volcán Huayana Putina; esta circunstancia obliga a los pobladores de la zona ha dispersarse. Un buen número de los habitantes de Churajon que portaban consigo la imagen de la Santísima Virgen de la Purificación (Virgen de la Candelaria) se asentaron en Yarahua (Antiguo valle de Chapi) que se hallaba a 5.5 Kilómetros del actual santuario y en medio de cerros abruptos y escarpados, donde se descubrió un pequeño ojo de agua que sirvió para que allí se levantara un Tambo y Mesón, a fin de dar posada a los arrieros que pasaban por el lugar, de Arequipa a Moquegua y viceversa. Es así que asentados los pobladores en la quebrada de Cheipi ( Chapi Viejo) levantaron una pequeña Capilla o Ermita para dar morada a la Sagrada Imagen bajo la advocación de: La Virgen de la Candelaria de Cheipi.

Por la ubicación de la zona, la devoción por la santísima Virgen de la Candelaria de Cheipi se fue acrecentando considerablemente tanto en los arrieros que transitaban por la zona como por los mineros que explotaban los yacimientos de los alrededores. Los arrieros se encargan de difundir la devoción de la milagrosa imagen de la Virgen de la Candelaria de Cheipi por los pueblos que transitaban, lo que dio origen a las peregrinaciones para la celebración de las Festividades de la Candelaria que se realizaban en el Jueves anterior al inicio de la Cuaresma.

La Pequeña Ermita se fue convirtiendo en un Santuario al cual llegan en peregrinación los pobladores de las zonas cercanas y de lugares alejados. Ante esta circunstancia se va edificando en piedra y barro una pequeña Capilla conocida como Capilla Vieja la cual fue edificada en adobe. En las vistas pastorales de mediados del Siglo XVII, en el año 1743, ya se informa del Santuario de Cheipi, castellanizado a Chapi.
En 1798 se reciben reiteradas quejas de los vecinos del viejo Chapi, mencionando que en las fiestas realizadas por las fechas de Febrero, los peregrinos que asistían cometían una serie de desmanes, como borracheras, las cuales provocaban disturbios y alejaba a los peregrinos de la oración y el recogimiento, alegando por la circunstancia que el Santuario se hallaba en lugar solitario. Atendiéndose a estas quejas es que se da la orden de trasladar a la venerada Imagen al pueblo de Sogay.

Se nombra una comisión para su traslado compuesta por los fieles de Sogay, pueblo cercano a Quequeña y los pobladores cercanos a Chapi Viejo. Se inicia la procesión de traslado. Cuando ya se había avanzado una legua (cinco kilómetros y medio) debido al cansancio y a lo difícil del camino se vieron obligados hacer un alto. Antes del inicio de  la pendiente conocida como La Escalerilla, se inicia una fuerte lluvia de Arena acompañada con fuertes vientos. La finura de esta arena, parecía a ceniza, mortifica a los comisionados y fieles, que toman como decisión continuar con la travesía; pero al reiniciar la jornada por mas esfuerzo realizado no pueden levantar la imagen para continuar. Se intenta reiteradamente y no se logra el objetivo, el peso de la imagen es insuperable y parecía provenir de fuerzas superiores.




Este milagro sorprendió a todos los presentes, interpretando que era voluntad de la Virgen quedarse en aquel lugar tan solitario y silencioso, conocido actualmente como el Santuario de Chapi.

Los pobladores de Chapi pronto con profunda devoción fueron los primeros en rendirle culto a la Santísima Virgen. Así la gente humilde y del campo inician la labor de edificar una pequeña y rustica capilla con las piedras del lugar, barro, palos y paja lugar que servirá cómo templo y lugar de oración.

La capilla rustica construida era frecuentada por los peregrino, pero en el año de 1868 el 13 de Agosto un terremoto asola la zona destruyendo la ciudad de Arequipa, por consiguiente la pequeña capilla se vino a bajo y fue destruida. Sin embargo, un nuevo milagro ocurre: la sagrada Imagen es hallada intacta, lo cual admira a los presentes, que consideran una nueva manifestación de la voluntad de la Virgen.
Ante esta circunstancia se inicia una nueva construcción, humilde, con muros de piedra, mezclado con barro y techo de paja. La construcción duró desde el año de 1868 hasta 1872. Los milagros y beneficios obtenidos por los peregrinos al concurrir en devoción ha visitar a la Mamita de Chapi, como empiezan a nombrarla, obligan a fijar una fecha para la celebración de su fiesta. Es así que en 1876 se fija el 1ro de Mayo como la fiesta de La Santísima Virgen de Chapi.

A partir de 1887 y hasta el 22 de Febrero de 1893 se realiza una colecta y en la fecha mencionada se colocan los cimientos del nuevo templo, eligiendo el sillar, piedra volcánica, para la construcción del nuevo santuario. Esta piedra no se hallaba en las inmediaciones, pues se extraía de las canteras de Yarabamba lugar bastante distante a Chapi. La preparación de los bloques de sillar y su traslado a la construcción representaban un duro trabajo, a lo que habría que agregar la falta de agua en la zona, que en ocasiones obligaba a los trabajadores a abandonar la obra. Por esto uno de ellos se dirige hasta el mismo Santuario y con toda su fe y devoción rogó a la Virgen les proporcionara agua, este con inspiración Divina dirigió sus pasos por los lugares aledaños al Santuario encontrando oculto bajo piedras, agua fresca y cristalina. Ante este hecho, llama a sus compañeros, satisfacen su ardiente sed y postrados de rodillas dieron gracias a la Virgen de Chapi por el milagro concedido.

Al momento de ser descubierta El Agua del Milagro se dice que uno de los trabajadores que sufría de una grave enfermedad a la vista, se lavo en el manantial e inmediatamente quedo sanado. Este hecho se difundió entre los peregrinos llegando a la ciudad de Arequipa y a otras ciudades del país. Una particularidad del Agua del Milagro es que este manantial no discurre pero tampoco disminuye, manteniendo su mismo nivel pese a la cantidad de peregrinos que la sacan lo cual es sorprendente. Del Agua del Milagro se tiene referencia de una cantidad interminable de curaciones y milagros, como resultado beberla o lavarse en la misma, lo que incrementó el agradecimiento e incremento la Fe en la Virgen de Chapi.

Debido a la cantidad de devotos que llegan a pie en peregrinación al Santuario año tras año, en 1907 se fija  el 08 de Septiembre como nueva fecha para celebrar la fiesta de la Virgen de Chapi, recordando la Natividad de la Virgen.
El 03 de Mayo de 1922, pasadas las fiestas de la Virgen de Chapi, cuando los peregrinos se hallaban de retorno a sus respectivos lugares, un incendio hizo presa del templo, no ocurriéndole nada a la Venerada Imagen. Al cambiarse el Manto en su mano izquierda se pudo notar una leve ampollita , al igual que en su rostro, pero con el transcurrir de los años han desaparecido. Se cree que el incendio se habría producido debido a la inclinación de un cirio en el manto de la Imagen de la Virgen. Estos cirios son grandes y son parte del sacrificio que los devotos realizan, trayéndolos, en la espalda envueltos en frazadas. Cada uno tiene una altura de metro a metro y medio y entre 7 y 10 cm de diámetro.
A petición de los trabajadores de la Minas de Chapi y en conmemoración de la Inmaculada Concepción,  se fija el 8 de diciembre como  nueva fecha de celebración de la Virgen de Chapi.

El 11 de octubre de 1922 un fuerte terremoto daña el templo que se halla en una quebrada lejana y accidentada, la misma que no ofrece facilidades para la construcción. Adicionalmente, la falta de dinero hacían imposible el pensar en la reconstrucción.

La edificación del Nuevo Santuario demandaría una alta suma de dinero, con el cual no se contaba. A los devotos se les presentaron los planos del nuevo templo de la Mamita de Chapi y estos a poyaron con generosidad, recibiendo inicialmente el dinero en platos y luego en lavadores y en grandes alcancías puestos a sus pies en sus fiestas. Las losetas para el piso del templo se construyeron en Arequipa y fueron trasladadas por los peregrinos a pie, desde Siete Toldos al templo, es decir 30 kilómetros.
El Templo Nuevo se construyo en un área rectangular,  de 74.50 metros de largo por 22.40 metros de ancho, siendo su estructura de sillar, ladrilló, y cemento armado. Con la fe y las limosnas se pudo volver a construir.

En 1982 la Virgen visita la Ciudad de Arequipa, que a la sazón sufría una de las más severas sequías de todos los tiempos. El Sábado 03 de Diciembre,  Paucarpata amanece atestado de fieles dispuestos a acompañar a la sagrada imagen de la Virgen de Chapi. La devoción se percibe en los ojos, palmas y los gritos, pidiendo  la justicia Divina, Piedad, Perdón y Esperanza. En Hombros de los ciudadanos, entre flores, cantos y alabanzas hacía su ingreso con paso lento a la ciudad. Este ha sido considerados por los fieles uno de los más grandes acontecimientos religiosos vividos por la ciudad de Arequipa, conocida como la Roma del Perú, por su sólida Fe Cristiana.

Su hermoso rostro y sus ojos reflejaban la tarde y en vez de Corona traía un sombrero chacarero utilizado por los campesinos de la zona. Se le veía mas arequipeña que nunca, recibiendo paso a paso ofrendas. Hombres mujeres y niños pedían en sus oraciones: Mamita de Chapi, mándanos agua; no te olvides de tu pueblo”. Hasta llegar a la Plaza de Armas, todas las calles estaban con flores y los fieles cantaban, aplaudían y lloraban. Las calles repletas, quedaron estrechas, pero todos recibieron su bendición. La virgen de Chapi permaneció en la Catedral desde el 03 hasta el 10 de diciembre; durante su estadía fue visitada de día y de noche en interminables colas; se celebraron misas continuas. Hasta que se preparo la procesión de retorno, llegando al Estadio Melgar, que exhibía un lleno completo: De allí  seria trasladada en helicóptero hasta su Santuario. Días después llovió en Arequipa.



Juan Pablo II Coronó a la Virgen de Chapi, traida nuevamente con ocasión de su visita. En un helicóptero fue trasladada a los 08:00 AM al campo deportivo de la Universidad Nacional de San Agustín y es llevada en hombros hasta el campo Papal donde es recibida con aplausos y victoreada al ser ubicada en el Solio pontifico. A las 12:09 del 02 de Febrero con el cielo algo nublado el Papa inicia su Homilía pidiendo por la Paz de la Humanidad y da inicio al acto de la Coronación. Bendice las Coronas de la Virgen y el niño Jesús y procede a Colocarlas, dejando como recuerdo un Rosario de Oro. el Pontífice también beatificó ese mismo día a Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, virtuosísima flor del arequipeñísimo Monasterio de Santa Catalina.

Después del acto de coronación en Helicóptero de la FAP sobrevolara la ciudad por tres veces a manera de un adiós a sus fieles. En esta ocasión es proclamada Reina y Señora de Arequipa.

Los terrenos eriazos que rodean al Santuario de Chapi  le son adjudicados el 03 de abril de 1985 por escritura Publica. Actualmente se puede llegar al santuario por una carretera asfaltada desde la ciudad de Arequipa. Con el mismo fervor siguen llegando los peregrinos y devotos de la Mamita par recibir sus bendiciones. Por orden arzobispal esta prohibido sacar la Santísima Imagen en Procesiones fuera de Chapi, salvo expresa autorización de los habitantes del lugar. Con motivo del Jubileo del 2000 una imagen copia del original inició una peregrinación por toda la ciudad visitando distritos y provincias al igual que departamentos de nuestro país, que sigue recibiendo las bendiciones de nuestra Santa Madre.

Hoy en día una multitud de peregrinos converge desde la blanca ciudad de Arequipa, hasta el santuario de Chapi, para rendir devoción a la Virgen, recorriendo aproximadamente 65 kms., Son decenas de miles de personas, de todas las edades y clases sociales. Hay quien prefiera hacer todo el trayecto por la carretera, que ahora casi toca en el Santuario. Pero la inmensa mayoría de los devotos llega a pie, caminando alrededor de 15 Km., desde el lugar conocido como “Siete Toldos”. Y no faltan los que realizan el inmenso sacrificio de emprender la caminata desde la propia ciudad de Arequipa en una caminata nocturna, que dura más de 12 horas, para llegar al desértico paraje situado a 2,420 m.s.n.m.. Sea como fuere, la gran mayoría lo hace devotamente, entonando plegarias y cánticos a Aquella que es Madre y Abogada nuestra.
En el trayecto, los peregrinos se van proveyendo de piedras de distinto tamaño, que luego colocarán, formando las llamadas “apachetas”, a un lado del camino en los poblados de Tres Cruces, Alto de Hornilla y Siete Toldos. Estas pequeñas pirámides de piedra, simbolizan el cansancio y los pecados que los devotos van dejando atrás.


Infinidad de luces, producidas por los cirios que cada devoto lleva, se divisan con el fondo del contraste natural de la noche. Terminada la oscuridad y al retornar un nuevo día, la Virgen sale en procesión y es llevada sobre alfombras de flores, preparadas especialmente para la ocasión. Al final del día, junto al santuario, los castillos de fuegos artificiales, llenarán de algarabía a los asistentes, quienes podrán además disfrutar de apetitosas viandas y reconfortantes bebidas.
Sus festividades se celebran el 2 de febrero; Día de la Purificación o Candelaria. Sin embargo, sus fieles, han escogido el 1º de mayo, fecha en que se da inicio al mes dedicado a María, al igual que el 8 de septiembre, fiesta de su Natividad y e 8 de  diciembre día de la Inmaculada Concepción.

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lunes, 28 de abril de 2014

DIA DEL TRABAJO

Origen del Día del Trabajador.
Hace ya más de medio siglo (el decreto respectivo es de 1930) que el 1° de Mayo es Fiesta del Trabajador. Marcado como feriado en los almanaques, para muchos se va borrando el recuerdo de la dureza que tuvo la fecha en los tiempos iniciales de las luchas sociales por obtener mayores niveles de justicia para los sectores del trabajo en el mundo entero
Fue un 1° de Mayo de 1886, el día elegido por núcleos laborables de Estados Unidos para elevar una misma voz de reclamos: las ocho horas diarias de trabajo. Las fábricas, las minas, el ferrocarril, los comercios..., prácticamente no había excepción: los obreros debían cumplir jornadas de labor que llegaban hasta las l2 y l4 horas de duración.
La virulencia del momento, en el ciudad de Chicago, se exteriorizó en una dura represión, en detenciones, en posteriores penas capitales... El 1° de Mayo, primavera ya afirmada en el hemisferio norte, dejo de ser el día de picnics, y de renovación de contratos laborales, para adquirir una significación de reivindicación y de protesta.
El transcurrir de los años fue marcando avances hacia mayores niveles de justicia en el mundo. Se fue logrando la reducción de horarios, hasta alcanzarse las ocho horas en la mayor parte de los casos.
Aunque las horas de luto y dolor hace décadas que quedo atrás, el 1° de Mayo, como Día de los Trabajadores, no es un mero feriado. Es el día en que las mujeres y los hombres de todo el mundo se unen en la común aspiración de la mejora de todos hacia mayores niveles de justicia y se hermanan en la responsabilidad social del trabajo en paz.

Cabe recordar que Karlos Marx fue uno de los pensadores más influyentes de la historia. Se le considera como el padre del pensamiento comunista.
Frases de Karlos Marx 
-  El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
-  La peor lucha es la que no se hace.
- La producción capitalista no es simplemente la producción de mercancías: es esencialmente la producción de plusvalía.
- La burguesía no solo forja su propia destrucción, sino también a su propio sepulturero: el proletariado.






AQUÍ UN VIDEO CONMEMORATIVO DE ESTE DÍA ESPECIAL



ATTE. RAFAEL